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Arritmias

3/6/2023

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Normalmente, el corazón de un adulto late entre sesenta y cien veces por minuto. Sin embargo, puede producirse un tipo de anomalía conocida como arritmia cardíaca, que vuelve irregular, acelera o ralentiza este ritmo. De acuerdo con la Sociedad Española de Cardiología, las arritmias afectan a alrededor de un 15% de la población mayor de 50 años en España, y va a aumentando con la edad.

Las arritmias tienen lugar cuando se produce una alteración en el sistema eléctrico interno del corazón, denominado sistema de excitación y conducción, que controla la frecuencia de los latidos y su ritmo cardiaco. Este se desarrolla en dos etapas. La primera se llama diástole y, en ella, el músculo cardíaco se relaja para que sus cavidades se llenen de sangre. Durante la segunda etapa, denominada sístole, el músculo se contrae y expulsa la sangre al torrente sanguíneo. Es decir, la bombea y permite que fluya por todo el organismo, y mantiene la presión arterial.

Esto es posible gracias a una pequeña zona del corazón llamada nódulo sinoauricular o sinusal, ubicada en la aurícula derecha, la cavidad superior derecha del corazón. Con cada latido, este grupo de células emite una señal eléctrica que se desplaza por diferentes rutas a través del corazón, de la parte superior a la inferior. De esta manera, cuando todo va bien, esta señal indica a cada zona del órgano cuándo contraerse, como si se tratara de una especie de marcapasos natural. 

Pero, a veces, surgen problemas y las señales son anómalas (trastornos de la formación del impulso eléctrico) o se desorganizan (trastornos de la conducción del impulso) o pueden darse ambas circunstancias a la vez. Por ejemplo, pueden retrasarse, bloquearse, generarse con frecuencia excesiva o en un lugar erróneo, o viajar por rutas distintas a las que les correspondería, y todo ello produce alteraciones en el ritmo cardíaco. Por eso, podría decirse que muchas de las arritmias son una especie de cortocircuito que sufre el tendido eléctrico que rige el funcionamiento del corazón.

Causas diversas y, a veces, desconocidas
Algunas de las causas de las arritmias pueden encontrarse directamente en el corazón, y ser congénitas o adquiridas. Otras causas, sin embargo, pueden encontrarse fuera de este órgano (extracardíacas), como infecciones o enfermedades como la hipertensión.

También pueden producir arritmias otras circunstancias extracardíacas, como el consumo excesivo de sustancias como el alcohol, la cafeína, drogas estimulantes y el tabaco, así como el uso de algunos medicamentos y plantas medicinales. Igualmente, el estrés y las emociones intensas pueden desencadenarlas.

Las arritmias pueden ser de varios tipos y ser clasificadas de diversas formas.
Si se originan en las aurículas o en el nodo auriculoventricular, se llaman supraventriculares, mientras que se denominan ventriculares si tienen lugar en los ventrículos.
Si, en cambio, atendemos a la frecuencia de los latidos, podemos hablar de taquiarritmias, cuando estos se aceleran y de bradiarritmias cuando se ralentizan.

Además, las arritmias pueden presentarse de diversas formas: si se producen en momentos puntuales, se les llama paroxísticas, y si son permanentes, se denominan crónicas.

En cuanto a síntomas, las arritmias suelen manifestarse con palpitaciones y síncopes, que son pérdidas de conocimiento a consecuencia de que el flujo sanguíneo al cerebro queda mermado. Otros posibles síntomas de las arritmias provocados por la falta de riego sanguíneo son palidez, mareo, dolor en el pecho, debilidad, aturdimiento, sudor, sensación de falta de aire y ansiedad. Si se padecen de forma habitual estos síntomas, sería recomendable acudir a una revisión médica que realice al paciente los estudios pertinentes para confirmar o descartar una arritmia.

En el caso concreto de un tipo de taquiarritmia que se llama fibrilación auricular – el tipo más frecuente de arritmia-, las aurículas, que son las dos pequeñas cámaras superiores del corazón, vibran en vez de contraerse rítmica y enérgicamente, como si fueran un tazón de gelatina. Al no producir el vaciado de la sangre adecuado, pueden originarse pequeños coágulos (trombos) con consecuencias tan serias como embolias. El fallo en el bombeo adecuado de sangre puede originar también insuficiencia cardiaca, mala irrigación sanguínea, falta de aire crónica…

Por otro lado, algunas personas que padecen arritmias no tienen síntomas y estas suelen ser detectadas por el profesional sanitario en un examen de rutina que incluya un electrocardiograma.

Medicamentos, procedimientos médicos o cirugía para tratarlas
Si son arritmias benignas y no presentan síntomas, puede ser suficiente con seguir un estilo de vida saludable, cuidando la alimentación, practicando ejercicio físico regular, dejando de fumar y moderando el consumo de alcohol y sustancias estimulantes como la cafeína.

Para tratar las taquicardias, puede recurrirse a los fármacos y, si estos no son efectivos, a diferentes procedimientos médicos. Uno de ellos son las maniobras vagales, una serie de movimientos que afectan al sistema nervioso y permiten reducir la velocidad de los latidos, pero no son efectivas en todos los casos.

En el caso de padecer fibrilación auricular, se puede usar la cardioversión, un procedimiento médico que administra corriente eléctrica al corazón por medio de unas paletas o parches. También, en otras taquiarritmias, es posible implantar bajo la piel un desfibrilador cardioversor, un pequeño dispositivo que controla las arritmias más graves precursoras de muerte súbita con pulsos o descargas eléctricas para revertirlas.

Así mismo, puede recurrirse a la ablación con catéter, que consiste en la inserción de un tubo flexible y delgado en un vaso sanguíneo del brazo, ingle o cuello, cuyo extremo se guía hasta el corazón. Posteriormente, una máquina envía energía hasta los electrodos ubicados en su punta y elimina el área de tejido cardiaco que origina la arritmia.

En el caso de las bradicardias, suele ser necesario implantar un marcapasos. Este es un pequeño dispositivo que se pone bajo la piel del pecho o del abdomen y que controla el ritmo cardiaco, gracias a unos sensores que detectan la actividad eléctrica del corazón. Cuando esto es anormal, envía impulsos eléctricos para que el ritmo cardiaco vuelva a la normalidad.

En ocasiones, debe recurrirse a la cirugía. Por ejemplo, puede ser necesario reparar una válvula del corazón o, si la arritmia se debe a una enfermedad coronaria, realizar un bypass, una técnica quirúrgica que mejora el flujo de sangre hasta el músculo cardiaco.

En cualquier caso, la mayoría de las arritmias, incluso los tipos más graves, pueden tratarse con éxito y la persona puede llegar a hacer una vida normal. En los casos leves e inofensivos a menudo no necesitan tratamiento.
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Angina de pecho

3/6/2023

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La angina de pecho es un síntoma de enfermedad de las arterias coronarias que produce dolor y opresión en el pecho. Se origina debido al bloqueo de una arteria coronaria, cuya función es la de suministrar sangre, oxígeno y nutrientes al corazón. Dicho bloqueo impide la correcta circulación de sangre oxigenada al músculo cardíaco.

Esta situación de falta de riego de oxígeno al corazón se denomina “isquemia”, por ello se utiliza el término de “cardiopatía isquémica” para denominar todo este tipo de trastornos circulatorios que afectan al corazón y que son consecuencia de estenosis (estrechamiento) en las arterias coronarias. La angina de pecho es uno de ellos.

La angina de pecho puede ser de dos tipos:
  • Angina de pecho estable: es la más común y el dolor y la opresión en el pecho aparecen cuando el corazón trabaja más de lo habitual (al hacer ejercicio o subir escaleras, por ejemplo) y desaparece al cabo de poco tiempo, cuando el cuerpo vuelve a estar en reposo. Puede predecirse y dura poco tiempo (menos de cinco minutos).
 
  • Angina de pecho inestable: es la más peligrosa. El dolor y la opresión en el pecho empiezan de forma inesperada, sin hacer ningún tipo de esfuerzo físico (cuando el cuerpo está en reposo). A diferencia de la angina estable, es más grave y dura más tiempo (hasta los 30 minutos o más) y puede no desaparecer a pesar de estar en reposo o tomar medicamentos. Su importancia recae en que, muchas veces, se presenta como signo de alerta de un posterior infarto de miocardio. De hecho, la angina de pecho inestable se desarrolla del mismo modo que el infarto, pero sin llegar a producir muerte de las células cardíacas (necrosis), ya que no se produce una oclusión completa de la arteria. 

¿A quién afecta?
La angina de pecho es una patología cuya incidencia aumenta con la edad y el envejecimiento de las arterias. Afecta tanto a hombres como a mujeres, si bien en las mujeres aparece más tarde, pero de forma más letal.

En los hombres suele aparecer después de los 30 años y en las mujeres, tras la menopausia (a partir de los 50 años), debido a la bajada de estrógenos. Estas hormonas ejercen una función protectora natural frente a la enfermedad cardiovascular.

¿Cuáles son las causas de la angina de pecho?
Generalmente, la angina de pecho ocurre porque llega menos sangre al corazón. La principal causa de esta situación es la arteriosclerosis, que aparece cuando las arterias coronarias se estrechan debido a la acumulación de placas de ateroma (depósitos de grasa) en las paredes de los vasos sanguíneos.

Además de la arteriosclerosis, existen otras patologías que pueden generar una angina de pecho:
  • Estrechamiento de la válvula aórtica (estenosis aórtica): provoca que se obstruya el flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta.
  • Anemia severa.
  • Aumento de actividad de la glándula tiroides (hipertirodismo).
  • Acumulación de factores de riesgo: edad avanzada, sexo (más frecuente en hombres que en mujeres en edades tempranas), tensión arterial alta, diabetes, hipercolesterolemia, vida sedentaria y consumo de alcohol y tabaco.

Normalmente, la angina de pecho se manifiesta al desarrollar una actividad que haga acelerar el pulso o la presión arterial y que, por tanto, suponga un esfuerzo añadido para el motor de nuestro organismo, el corazón. Es el caso del esfuerzo físico, las temperaturas extremas, las comidas pesadas o cualquier situación que nos pueda producir estrés o emociones fuertes.


¿Qué síntomas tiene?
Los más habituales son:
  • Dolor en el pecho: se puede hacer extensible a hombros, brazos, cuello, mandíbula o espalda.
  • Ardor en el pecho
  • Presión en el pecho.
  • Ganas de vomitar.
  • Dificultad para respirar. 
  • Pérdida de conocimiento.

¿Qué tratamiento tiene?
Ante una angina de pecho y los síntomas que produce, el médico puede recomendar:

  • Reposo: excepto cuando se trata de una angina de pecho inestable, ya que el reposo no suele aliviar el dolor.
  • Medicación: la mayoría de pacientes son tratados con ácido acetil salicílico (AAS), medicamentos para reducir la presión arterial y mejorar la circulación de la sangre y, nitrato -compuesto químico natural- que dilata los vasos sanguíneos y disminuye la demanda de oxígeno del corazón.
  • Intervenciones quirúrgicas: en algunos casos, los pacientes requerirán de angioplastia coronaria (cateterismo cardíaco), que consiste en la colocación de un material en forma de malla (stent) en la pared de la arteria coronaria para hacer fluir la sangre correctamente, o Bypass, intervención quirúrgica que consiste en implantar un puente (derivación) para que la sangre pueda esquivar el bloqueo provocado por la obstrucción de las arterias coronarias.

Con un correcto tratamiento se puede mejorar el pronóstico tras sufrir una angina de pecho y tener una buena calidad de vida.
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Síndrome de Raynaud

1/30/2023

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El síndrome de Raynaud, conocido también como enfermedad de Raynaud o fenómeno de Raynaud, es un espasmo vascular (vasoespasmo) en el que los vasos sanguíneos de la mano, principalmente, se estrechan en respuesta al frío o a la tensión emocional. Como consecuencia se reduce el flujo sanguíneo en estas zonas. Esto produce molestias (sensación de frío, dolor urente -similar al de una quemadura-, parestesias -cambios en la sensibilidad-) y cambios de color reversibles (palidez, cianosis -color azulado-, eritema -rojez- o una combinación de ellos) en uno o varios dedos. En ocasiones, se ven afectadas otras regiones como los dedos de los pies, la nariz o la lengua.


El síndrome de Raynaud puede ser primario -el tipo más frecuente, que aparece sin signos ni síntomas de otras enfermedades- o secundario -está provocado por alguna otra enfermedad, sobre todo del tejido conectivo como el lupus o la esclerodermia-. El primario es mucho más frecuente (alrededor del 80%), es más habitual en personas jóvenes y sobre todo en mujeres.


El tratamiento depende de la gravedad del trastorno y de su tipo, pero algunos cambios en el estilo de vida como protegerse del frío suele ser suficiente para mantener los síntomas bajo control. Estos pueden ser molestos, pero raramente dañan de manera importante los tejidos. En el caso del síndrome de Raynaud secundario, sí puede ser necesaria una terapia orientada sobre todo a la enfermedad de base que lo causa.


El fenómeno de Raynaud secundario suele afectar a personas mayores de treinta años y a quienes padecen enfermedades reumáticas o autoinmunes especialmente las del tejido conectivo. Fumar podría constituir también un factor de riesgo, ya que la nicotina contenida en el tabaco contrae los vasos sanguíneos.


Otros posibles desencadenantes son el uso de ciertos medicamentos que causan el estrechamiento de las arterias. La vibración repetitiva causada por acciones como escribir durante largo rato o el empleo de herramientas manuales o máquinas que vibran pueden ser también desencadenantes de los síntomas.


Solo en los casos graves, se forman úlceras o llagas en las yemas de los dedos y los tejidos pueden quedar dañados llegando a la gangrena, siendo esta más frecuente en la forma secundaria.


El objetivo del tratamiento es reducir el número de episodios y, en las formas más graves de la enfermedad, evitar daños en los tejidos. El tratamiento se basa en evitar los desencadenantes, dejar de fumar si es el caso y si fuera necesario, la administración de fármacos. Habitualmente, los síntomas del fenómeno de Raynaud pueden ser manejados con modificaciones del estilo de vida: como mantener una temperatura corporal adecuada en las zonas afectadas mediante el uso de ropa de abrigo, reducir el estrés mediante técnicas de relajación y, si se fuma, abandonar este hábito.
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En ocasiones, es necesario recurrir a medicamentos para la presión arterial como los bloqueantes de los canales de calcio o de receptores de la angiotensina, capaces de aumentar el flujo de sangre a los dedos de las manos y los pies.

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Recomendaciones para prevenir la trombosis

1/10/2023

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La mayoría de las trombosis se pueden prevenir, tan solo es necesario seguir algunas recomendaciones:
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  • 1.Intenta no permanecer inmóvil largos periodos de tiempo. Tras una cirugía o un reposo largo en cama, trata de levantarte y ponerte en marcha cuanto antes, pues la inmovilización aumenta el riesgo de trombosis venosa profunda. De hecho, cuando viajes, muévete cada cierto tiempo. Si vas en coche, intenta realizar descansos cada una o dos horas y camina un poco. Si viajas en avión o tren, procura levantarte de vez en cuando y caminar por el pasillo. Si te desplazas en otros medios de transporte donde levantarse no es posible, ejercita los músculos de la parte inferior de tus piernas: sube y baja los talones sin despegar los pies del suelo y luego levanta los dedos de los pies manteniendo los talones sobre este.
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  • 2. Procura dormir con las piernas en posición ligeramente elevadas. Para ello, puedes elevar las patas o la parte trasera de la cama, al menos unos 15 cm para acelerar la circulación de retorno.
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  • 3. Cuida tu peso. El sobrepeso y la obesidad aumentan la presión en las venas de la pelvis y de las piernas, por lo que es muy importante evitarlo. Para ello, cuida tu alimentación y realiza ejercicio físico de manera regular.
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  • 4. Bebe agua en la cantidad adecuada para ti. Una hidratación deficiente aumenta la viscosidad sanguínea y, por tanto, el riesgo de que se forme un coágulo.
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  • 5. Mantente activo. Practicar ejercicio de manera regular estimula la circulación, lo que reduce el riesgo de que se formen coágulos. Sobre todo, haz lo posible por llevar a cabo ejercicios en los que se contraiga la musculatura de las piernas. Estos son especialmente importantes para las personas que permanecen sentadas durante largos periodos de tiempo o viajan a menudo.

  • 6. Deja el tabaco. El tabaco interfiere en la coagulación y la circulación del flujo sanguíneo, por lo que aumenta el riesgo de trombos.
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  • 7. Si has tenido coágulos previamente, examina regularmente tus piernas. Busca señales como hinchazón, dolor, calor o enrojecimiento. Si detectas alguno de estos signos, acude de inmediato al médico.
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  • ​8. Consulta a tu farmacéutico sobre el uso de medias de compresión. Las medias de compresión elástica pueden utilizarse tanto en la prevención como en el tratamiento agudo de la trombosis venosa, ya que favorecen y aceleran el retorno de la sangre, gracias a la presión suave de abajo arriba que ejercen.
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Trombosis venosa profunda

12/13/2022

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  • ¿Qué es la trombosis venosa?

​La trombosis es la formación de un coágulo de sangre (trombo) en el interior de un vaso sanguíneo, causando su obstrucción. Esto puede ocurrir tanto en las venas como en las arterias.

La mayoría de las trombosis venosas asientan en las extremidades inferiores. Según en qué venas se produzcan los coágulos, se denomina trombosis venosa profunda o superficial. La trombosis venosa profunda (TVP) es la que se asienta sobre las venas que van por el interior de piernas, muslos, pelvis y abdomen y es las más peligrosa, puesto que el trombo puede desplazarse a los pulmones y puede dejar secuelas importantes en la circulación de retorno de las piernas.

Las trombosis venosas superficiales se producen en venas cercanas a la piel y, aunque son dolorosas, no suelen tener complicaciones graves.

  • ¿Cuáles son sus causas y factores de riesgo?
En muchos casos, se desconoce la causa de esta patología. Las trombosis venosas profundas se pueden producir después de intervenciones quirúrgicas (cirugías ortopédicas como las de cadera, rodilla, etc. son de mucho riesgo), de encamamientos prolongados, enfermedades infecciosas, tumores, deshidratación… En general, cualquier circunstancia o factor que lleve a la sangre a circular a menor velocidad o a que se coagule más de lo normal puede originar la formación de un trombo. Igualmente, son factores de riesgo de formación de trombos las lesiones en la capa interna de una vena, normalmente provocadas por traumatismos u otras circunstancias.

Las trombosis venosas son más frecuentes a medida que avanzamos en la edad. Por eso, podemos decir que incrementa el riesgo de padecer un trombo tener más de 60 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad. También puede influir llevar un estilo de vida sedentario, padecer sobrepeso, obesidad u otras enfermedades como la diabetes y la hipertensión, así como los antecedentes personales o familiares de haber sufrido episodios previos de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar.

Además, hay que saber que la sangre circula más lentamente si existen vendajes que opriman las venas o hay limitación del movimiento, como sucede, por ejemplo, durante viajes largos en avión, en el denominado síndrome de clase turista.

El riesgo de una coagulación excesiva es mayor si, por ejemplo, se padecen enfermedades hereditarias relacionadas con la coagulación de la sangre, se sigue terapia de reemplazo hormonal o se toman anticonceptivos orales. Igualmente, existen unos trastornos de la coagulación heredados, llamados trombofilia, en cuyo caso se debe tener especial precaución y realizar la prevención adecuada de las trombosis. Algunos casos de trastornos heredados se diagnostican por abortos de repetición. Por su parte, las trombosis venosas superficiales se producen de forma mayoritaria sobre varices previas, por lo que un adecuado tratamiento preventivo es esencial.

  • ¿Qué sintomatología presenta la trombosis venosa profunda?
En algunos casos, la trombosis venosa profunda no presenta ningún síntoma. El aumento brusco de volumen de la extremidad (edema) con sensación de entumecimiento dolor e inflamación puede hacernos sospechar una trombosis venosa profunda. El dolor y endurecimiento de una variz también es muy característico de las trombosis venosas superficiales. Por ello, la TVP a menudo no se diagnostica y, por tanto, no se trata. En este caso, puede provocar una discapacidad o, si el coágulo sanguíneo se desplaza (lo que se llama émbolo) hasta el pulmón y allí obstruye un vaso sanguíneo, llegar a producir una embolia pulmonar y poner en riesgo la vida. Por fortuna, esto puede prevenirse y, en sus estadios iniciales, tratarse con éxito.

  • ¿A quién afecta?
La TVP es una enfermedad más frecuente de lo que pensamos y que, a pesar de ser grave, a menudo no se diagnostica correctamente.

En España, se diagnostican entre 30.000 y 50.000 casos de trombosis venosa profunda (TVP) al año, según datos del INE, y no existe una diferencia entre hombres y mujeres en cuanto al número de trombosis venosas profundas.  Sí es cierto que las mujeres tienen más trombosis superficiales por haber más varices en el sexo femenino.

  • ¿Existe tratamiento para la trombosis venosa profunda?
La trombosis venosa profunda puede tratarse con éxito cuando se diagnostica a tiempo. El principal objetivo del tratamiento es impedir que el coágulo crezca, que se desprenda, con el consiguiente riesgo de que llegue hasta los pulmones, y que puedan formarse otros coágulos en el futuro o que se desarrollen complicaciones tardías.

Para lograrlo, en las fases iniciales de tratamiento se usan habitualmente fármacos anticoagulantes inyectables como la heparina, que resulta muy cómoda, y, posteriormente, se cambia a fármacos anticoagulantes orales.

El tratamiento farmacológico para la TVP suele durar unos meses (entre tres y seis), aunque este periodo de tiempo puede ser mayor e incluso indefinido, en función de las circunstancias de cada paciente, el motivo del trombo y si han existido más episodios. Por ejemplo, si son trombosis venosas profundas de repetición o hay factores genéticos, a veces hay que mantener la anticoagulación de forma indefinida.

Las medias de compresión elástica son parte del tratamiento de las trombosis para favorecer la resolución del trombo, ya que proporcionan alivio inmediato, reducen el edema y previenen la aparición de complicaciones posteriores. Por su parte, los pacientes con varices deben ser evaluados por el Especialista en Angiología y Cirugía Vascular para valorar si precisan una intervención quirúrgica.

  • ¿Qué complicaciones pueden surgir de la TVP?
La más temida es la embolia pulmonar; es decir, el desplazamiento del trombo a los pulmones. Es una complicación que a veces resulta mortal, por lo que el diagnóstico precoz y el tratamiento con anticoagulantes de forma inmediata es esencial.

A largo plazo, la otra complicación de la TVP es el denominado síndrome postrombótico. Se produce por la destrucción de las válvulas venosas y produce un edema crónico, con pesadez, dolor en la extremidad, trastornos en la piel y en estadios finales aparición de úlceras. La manera de prevenir este síndrome es con una correcta anticoagulación y el uso desde el inicio de una media elástica.
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  • ¿Se puede prevenir la trombosis venosa?
Las trombosis venosas profundas tienen las complicaciones más graves. La más temida es la embolia pulmonar; es decir, el desplazamiento del trombo a los pulmones. Es una complicación que a veces resulta mortal, por lo que el diagnóstico precoz y el tratamiento con anticoagulantes de forma inmediata es esencial.
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Recomendaciones a pacientes: fístulas diálisis

12/2/2022

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La fístula arterio-venosa es el acceso vascular de elección en pacientes que necesitan tratamiento renal sustitutivo a través de hemodiálisis, salvo que exista alguna contraindicación médica.

Este acceso vascular, será realizado unos meses antes de que el paciente precise hemodiálisis, ya que, tras su realización, precisa de un periodo mínimo de maduración y desarrollo.

Tras ser derivado por su nefrólogo, un/a cirujano cardiovascular la realizará en quirófano y bajo anestesia local. Será una intervención ambulatoria y no requerirá el ingreso del paciente.

Generalmente, la fístula se realizará en el brazo no dominante, es decir, en un paciente diestro se intentará en el brazo izquierdo y viceversa. Esta puede ser realizada a distintos niveles del antebrazo, desde la muñeca al codo. Se trata de una operación sencilla en la que se unirán una arteria del brazo y una vena.

Las arterias son vasos sanguíneos que llevan gran caudal de sangre, pero son profundas y no se pueden pinchar. Las venas, son los vasos sanguíneos más superficiales y accesibles. Cuando se unen arteria y vena, la presión dentro de la vena aumenta, fortaleciendo las paredes de esta, preparándose así para recibir las agujas empleadas en la hemodiálisis. 

Una vez realizada y si no hay complicaciones, la fístula puede ser usada para hemodiálisis durante muchos años.

Cuidados de la fístula en el postoperatorio inmediato:

Al salir de quirófano, si la fístula funciona, se notará al poner la mano suavemente sobre la cicatriz una vibración llamada thrill. Esta vibración es la turbulencia producida por la sangre al pasar de la arteria a la vena. Puede que al principio no se note bien, o que el paciente no esté entrenado y deba aprender a reconocer esta nueva sensación. Indica que la fístula puede ser usada para el tratamiento de hemodiálisis.

Durante las primeras 24-48 horas debemos observar el apósito o vendaje que han colocado sobre la cicatriz para la detección de signos de hemorragia. No se debe levantar, si se despega o lo cambiamos por algún motivo, debemos evitar colocar apósitos compresivos.

Se recomienda mantener elevada la extremidad de la fístula, reposando sobre una almohada, para favorecer la circulación de retorno y evitar la aparición de edema o hinchazón de la mano. Se deben realizar movimientos suaves de apertura y cierre de la mano para favorecer la circulación.

Las curas de la herida pueden realizarse en el domicilio, manteniendo la herida siempre limpia y seca. Debemos retirar el apósito antes de la ducha e inmediatamente después, secar la herida y aplicar antiséptico (por ejemplo, clorhexidina 2%). Si la herida no muestra signos de infección, puede quedar al aire, pasados 4-5 días.

Vigilar posibles complicaciones de la herida quirúrgica como puede ser aparición de fiebre, hematoma importante, dolor intenso, supuración, frialdad o palidez en la mano, … debiendo comunicar esta situación al cirujano o nefrólogo de referencia.

Se debe tomar la tensión arterial de forma habitual, comunicando al nefrólogo situaciones de tensión baja, reajustando los fármacos antihipertensivos, para así evitar complicaciones de la fístula (trombosis) debido a la tensión arterial baja.

Recomendaciones para el cuidado y mantenimiento de la fístula:

-No realizar extracciones sanguíneas ni colocar vías para la administración de sueros en ese brazo.
-No tomarse la tensión arterial en ese brazo
-Evitar llevar relojes, pulseras, anillos, ni ningún objeto o ropa apretada que haga presión y pueda comprometer la circulación en ese brazo.
-No dormir sobre ese brazo, evitando presiones que puedan interrumpir el flujo de sangre en la fístula.
-Evitar coger excesivo peso con el brazo de la fístula, sobre todo en las dos primeras semanas.
 
En la consulta del Dr. Biguria podemos ayudarte, ya que somos expertos en cirugía cardiovascular en Málaga. Pide tu cita sin compromiso, y comprueba todo lo que podemos hacer por ti.
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Insuficiencia Venosa Crónica (IVC)

11/7/2022

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¿Qué es?

La Insuficiencia Venosa Crónica, conocida por sus siglas como IVC, es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca la acumulación de ésta en las piernas, dando lugar a diferentes síntomas y problemas.

Las venas y arterias juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, puesto que son las encargadas de transportar la sangre desde el corazón a todo el cuerpo en dos direcciones: desde el órgano a las diferentes partes del organismo –arterias-, y a la inversa –venas-. Las paredes de las venas tienen unas válvulas diminutas que se abren y se cierran, y sirven para ayudar a controlar la presión y el flujo de la sangre, facilitando su adecuado retorno al corazón.

En el caso de las piernas, existen fundamentalmente dos sistemas que permiten que la sangre venza la fuerza de la gravedad y regrese al corazón:

  • Las válvulas que existen en las paredes de las venas. Sólo tienen un movimiento unidireccional ascendente hacia el corazón, lo que permite el flujo.

  • El segundo sistema es conocido como bomba muscular. Las venas de las extremidades inferiores se encuentran situadas entre los músculos, por eso, con cada paso que damos, se produce una contracción muscular que exprime las venas y permite el flujo ascendente de la sangre. Este es el motivo por el que se aconseja caminar o realizar ejercicio físico para favorecer la circulación.

Sin embargo, cuando las venas de las piernas pierden elasticidad, se dilatan y provocan que las mencionadas válvulas estén muy separadas unas de otras y no cierren bien. Como consecuencia, la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, produciendo la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una enfermedad cuyas principales manifestaciones son las varices y las piernas cansadas. El sedentarismo y la falta de ejercicio también pueden predisponer al desarrollo de esta patología, dado que la bomba muscular no se activa.

¿Qué personas son más propensas a padecer IVC?

Los síntomas afectan al 30% de los adultos españoles, según datos del Capítulo Español de Flebología. Así pues, en nuestro país la padecen cerca de 15 millones de personas, de las cuales se estima que un 60% de los casos no está diagnosticado.

En general, puede decirse que es más frecuente en mujeres a partir de los 35 y 40 años, por una predisposición hormonal, y su prevalencia aumenta con los embarazos y con la edad. No obstante, cada vez afecta a pacientes más jóvenes debido principalmente a que esta patología tiene mucho que ver con el estilo de vida.

¿Cuáles son sus causas?

Existen diversos elementos que pueden influir y ser determinantes en la aparición de esta afección.

  • La edad y los factores genéticos. 
  • El embarazo. 
  • Alteraciones hormonales. 
  • El sobrepeso. 
  • La vida sedentaria y la falta de ejercicio. 
  • La vertiente ocupacional. 
  • El calor. 

¿Qué síntomas produce?

La IVC es un problema que no desaparece con el tiempo, por lo que cuanto antes se diagnostique y se trate, mayores son las posibilidades de prevenir las complicaciones asociadas y el progreso de la enfermedad. Por eso, es importante consultar al médico si se observa alguno de estos primeros síntomas:

  • Dolor, hormigueo, pesadez y cansancio habitual en las piernas. 
  • Hinchazón de la parte inferior de las piernas y los tobillos. 
  • Calambres nocturnos. 
  • Sensación de calor, enrojecimiento, sequedad y picor constante en la piel. 
  • Arañas vasculares o telangiectasias. 
  • Varices reticulares. 
  • Varices o venas varicosas. 
  • Signos dérmicos. 

La aparición de las úlceras venosas supone el estadio más avanzado de la enfermedad. Se definen como la pérdida localizada o irregular de epidermis y dermis. Generalmente, se cronifican o se convierten en recurrentes. Tienden a sobreinfectarse y pueden ser invalidantes, afectando en gran medida a la calidad de vida de los pacientes. 

Por último, a medida que la enfermedad progresa, se puede producir hinchazón en los tobillos y piernas (edema), coágulos en las varices (varicoflebitis), o hemorragia por rotura de las varices (varicorragia).

¿Qué complicaciones puede conllevar?

El control de los signos y la evolución es importante para evitar que el paciente presente complicaciones, como tromboflebitis o trombosis venosa profunda. Ésta última afecta al sistema venoso profundo y consiste en la presencia de un trombo (coágulo) en el interior de una vena. Puede dar lugar a complicaciones importantes como un embolismo pulmonar con consecuencias muy graves. 

¿Cómo se diagnostica?

El primer paso para diagnosticar la insuficiencia venosa crónica es la exploración física de ambas piernas, mediante la observación y la palpación por parte de un especialista. Así mismo, el profesional médico realizará lo que se conoce como anamnesis, que consiste en la recopilación de información proporcionada por el propio paciente acerca de aspectos que puedan influir en la patología, como su edad, antecedentes personales y familiares, signos y síntomas que experimenta, etc.

A partir de estos datos, se establece la gravedad de la patología, que será fundamental para confirmar el pronóstico y el tratamiento más adecuados.

El diagnóstico se completa con una prueba denominada eco-doppler, que es una variedad de ecografía y constituye la prueba de referencia para el diagnóstico. Mediante el empleo de ultrasonidos, esta técnica permite visualizar el flujo, dirección y velocidad de la sangre en los vasos sanguíneos.

¿Cómo prevenir y controlar?

Actualmente no existe un tratamiento definitivo que permita recuperar totalmente el daño producido en el sistema venoso, pero existen diversos tratamientos disponibles para el abordaje de la IVC:
  • Adopción de hábitos de vida saludables. 
  • Terapia compresiva. 
  • Terapia farmacológica. 
  • Cirugía.

En resumen, dado que existen diversos factores que influyen en el desarrollo, es de vital importancia mantener un cuidado integral y tener en cuenta todos los aspectos que pueden trabajarse, así como llevar a cabo un abordaje multidisciplinar de la enfermedad.

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Medir la presión arterial puede prevenir daños

10/10/2022

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Es importante dar a conocer a la ciudadanía la importancia de medirse la presión arterial varias veces al año, y cómo tomarse la misma de forma individual, ya que conocer estos datos puede hacer que se detecte de forma temprana un paciente hipertenso y prevenir daños a nivel orgánico, cardiovascular y renal. La mayoría de los pacientes que tienen esta enfermedad, también denominada el enemigo silencioso, son asintomáticos.

Entre los 35 y 50 años lo recomendado es medirse la presión arterial dos veces al año y a partir de los 50, se debe hacer regularmente, sobre todo, si se tienen antecedentes de obesidad o diabetes.

Un paciente es considerado hipertenso cuando su presión arterial se encuentra, durante un tiempo, igual o por encima a 140 mmHg para la sistólica (la alta) y 90 mmHg para la diastólica (la baja). A día de hoy en España, padecen esta enfermedad más del 30% de la población adulta y 3 millones de personas son asintomáticas y no saben que padecen esta enfermedad.
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La hipertensión arterial puede causar daños cardiovasculares, orgánicos o renales, pero es prevenible y tratable, siempre y cuando el paciente conozca su presión arterial. Muchas personas son reacias a empezar el tratamiento, por ello, insistimos en que no hay que tener miedo de empezar el tratamiento para la hipertensión.​

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Trombectomía

9/26/2022

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Trombectomía o embolectomía es la extracción de un trombo que bloquea la circulación de la sangre. En muchas ocasiones, es un procedimiento de emergencia porque la oclusión permanente del flujo de sangre significativo a un órgano vital puede llevar a necrosis del mismo. Otras opciones terapéuticas implicadas son anticoagulación y trombólisis.

La oclusión de un vaso se puede producir por un trombo o una embolia. El trombo es la formación de un coágulo de sangre a nivel local que ocluye el vaso donde se ha formado. La embolia es la obstrucción de un vaso producida por un émbolo (coágulo sanguíneo, burbuja de aire, gota de grasa,...) que es transportado por el torrente sanguíneo hasta el vaso que ocluye.

En función de dónde se forma el trombo, la embolia se impactará en la circulación sistémica o pulmonar:
·       El émbolo arterial en un trombo que se forma en el lado izquierdo del corazón o en las arterias principales e impacta en tejidos de cuerpo que no son los pulmones: en el cerebro, en los vasos viscerales y en vasos de las extremidades superiores e inferiores.
·       Los émbolos venosos se originan en venas (por ejemplo los que se forman en una trombosis venosa profunda o TVP) e impactan en el pulmón.

Usos médicos
El tratamiento de elección en las trombosis normalmente es la anticoagulación, que tarda días en hacer efecto. Cuando el trombo ocluye un vaso que irriga una estructura vital y se requiere una repermeabilización urgente de este vaso. El tratamiento de elección es la trombectomía. La trombectomía percutánea está ganando cada vez más importancia dada la menor morbimortalidad respeto la trombectomía quirúrgica.
 
Métodos
 
- Por catéter. Trombectomía con balón: 
 Consiste en acceder al vaso, colocar un catéter con un balón hinchable en su extremo, sobrepasar el punto donde se encuentra el trombo, hinchar el balón y retirar el trombo. 
Las posibles complicaciones de la trombectomía con balón incluyen lesiones intímales que pueden originar otra trombosis, una disección o la rotura de una placa aterosclerótica, causando una embolia distal.

- Por aspiración: Consiste en aspirar el trombo desde un catéter. La succión puede realizarse aspirando manualmente o mediante una bomba de vacío.

- Trombectomía quirúrgica: Consiste en la extracción quirúrgica de un trombo tras la incisión de un vaso mediante cirugía abierta.
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En la consulta del Dr. Biguria podemos ayudarte, ya que somos expertos en cirugía cardiovascular en Málaga. Pide tu cita sin compromiso, y comprueba todo lo que podemos hacer por ti.
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Marcapasos cardíaco

9/12/2022

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Es un pequeño dispositivo operado con pilas. Percibe cuándo el corazón está latiendo irregularmente o en forma muy lenta. Este envía una señal al corazón, la cual lo hace latir al ritmo correcto.

Los marcapasos más nuevos pesan tan solo 1 onza (28 gramos). La mayoría de los marcapasos tienen 2 partes:
  • El generador contiene la pila y la información para controlar el latido cardíaco.
  • Las derivaciones son alambres que conectan el corazón al generador y llevan los mensajes eléctricos a dicho órgano.

Se implanta un marcapasos bajo la piel. Este procedimiento lleva alrededor de 1 hora en la mayoría de los casos. A usted se le dará un sedante para ayudarlo a relajarse. Usted estará despierto durante el procedimiento.

Se hace una pequeña incisión, casi siempre se realiza en el lado izquierdo (si usted es diestro) del pecho debajo de la clavícula. El generador del marcapasos se coloca luego bajo la piel en esta localización. El generador también puede colocarse en el abdomen, pero esto es menos común. Un nuevo marcapasos "sin derivaciones" es una unidad independiente que se implanta en el ventrículo derecho del corazón.

Usando imágenes de rayos X en vivo para ver la zona, el médico coloca las derivaciones a través del corte, dentro de una vena y luego hasta el corazón. Las derivaciones se conectan al generador. La piel se cierra con suturas. La mayoría de las personas se va a casa al cabo de 1 día después del procedimiento.

Hay 2 tipos de marcapasos que se utilizan únicamente en urgencias médicas. Estos son:
  • Marcapasos transcutáneos
  • Marcapasos transvenosos

Por qué se realiza el procedimiento
Los marcapasos se pueden utilizar para personas que tengan problemas cardíacos que lleven a su corazón a palpitar muy lentamente. Un latido cardíaco lento se denomina bradicardia. Dos problemas comunes que causan un latido cardíaco lento son la enfermedad del nódulo sinusal y el bloqueo cardíaco.

Cuando su corazón palpita con demasiada lentitud, es posible que el cuerpo y el cerebro no reciban el oxígeno suficiente. Los síntomas pueden ser:
  • Mareos
  • Fatiga
  • Episodios de desmayos
  • Dificultad para respirar

Algunos marcapasos se pueden usar para interrumpir una frecuencia cardíaca que es demasiado rápida (taquicardia) o que es irregular.

Se pueden usar otros tipos de marcapasos para la insuficiencia cardíaca grave. Estos se denominan marcapasos biventriculares. Ayudan a coordinar el latido de los ventrículos del corazón.

La mayoría de los marcapasos biventriculares de hoy en día también pueden trabajar como desfibriladores cardioversores implantables (DCI). Estos restablecen los latidos cardíacos normales realizando una descarga más grande cuando se presenta un ritmo cardíaco demasiado rápido y potencialmente mortal.

Las posibles complicaciones de la cirugía para el marcapasos son:
  • Ritmos cardíacos
  • Sangrado
  • Punción del pulmón. Esto es poco frecuente.
  • Infección
  • Perforación del corazón, lo que puede llevar a que se presente sangrado a su alrededor. Esto es poco frecuente.

Un marcapasos percibe si el latido cardíaco está por encima de una cierta tasa. Cuando supera esa tasa, el marcapasos dejará de enviar señales al corazón. También puede percibir cuando el latido cardíaco es demasiado lento. En ese caso automáticamente comenzará a regular el corazón de nuevo.

Antes del procedimiento
Coméntale siempre a su proveedor de atención médica qué fármacos está tomando, incluso fármacos o hierbas que haya comprado sin una receta.
El día antes de la cirugía:
  • Tome una ducha y lávese muy bien.
  • Se le puede solicitar que se lave todo el cuerpo del cuello para abajo con un jabón especial.
En el día de la cirugía:
  • Se le puede solicitar no beber ni comer nada después de medianoche, la noche antes del procedimiento. Esto incluye goma de mascar y mentas para el aliento. Enjuáguese la boca con agua si la siente reseca, pero tenga cuidado de no tragarse el agua.
  • Tome los fármacos que se le indicaron con un sorbo pequeño de agua.

Después del procedimiento

Usted probablemente se podrá ir a casa después de 1 día o incluso el mismo día en algunos casos. Debe poder retornar con rapidez a su nivel de actividad normal.

Es posible que le aconsejen no:
  • Levantar nada que pese más de 4.5 a 6.75 kilogramos.
  • Empujar, jalar o torcer el brazo durante 2 a 3 semanas.
  • Levantar el brazo por encima del hombro durante varias semanas.​

​El equipo del Dr. Biguria le atenderá y guiará en todo el proceso, desde su primera consulta.



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